La resaca electoral dejó emociones encontradas con unos vencedores a los que no les bastaba la victoria y unos perdedores que debían ponerse de acuerdo para llegar a gobernar. Daba la sensación de que se había disputado un combate nulo y que, salvo sorpresa, la gobernabilidad iba a ser muy complicada con la actual correlación de fuerzas en el Congreso.
Transcurrido un mes sin grandes avances y con un Partido Popular con escasa capacidad de maniobra, sólo resta por ver si Pedro Sánchez es capaz de tejer una trama con Podemos y las fuerzas nacionalistas para llegar a la Moncloa y si ese posible acuerdo se muestra luego viable en el día a día de la labor de Gobierno.
En la cabeza de unos y otros sobrevuela la idea de unas Elecciones anticipadas que ofrezcan un marco diferente donde se puedan dar nuevas mayorías alternativas a las actuales.
En una cosa están de acuerdo los españoles: no quieren una regulación del juego similar a la de México. Más del 72% está a favor de mantener exactamente igual el sistema regulatorio de los casinos.
Ante la veracidad de este posible adelanto electoral hemos preguntado a 1.800 ciudadanos, mayores de edad y procedentes de las 50 provincias españolas a qué partido o formación darían su voto en caso de convocarse unas Elecciones anticipadas.
Los resultados arrojarían una victoria más amplia del Partido Popular que lograría un estupendo 33’2 % de los votos, una subida considerable con respecto al 28’72 % obtenido el 20 D, cuatro puntos y medio, que se pueden leer en clave de marcha atrás de antiguos votantes populares que ahora, ante la ingobernabilidad, vuelven a darle su confianza.
El PSOE repetiría como segunda fuerza política con un buen 22’2 % de los sufragios, un resultado que, lejos de lo que aventuraban algunos analistas, supondría un freno en su caída mejorando casi dos décimas los datos de las Generales del mes pasado.
Podemos sería el otro gran beneficiado de unas Elecciones anticipadas, ya que obtendría un 21’4 % de los votos, recortando su distancia con los socialistas, a los que volverían a derrotar en las principales áreas urbanas de España.
El gran damnificado por el adelanto electoral sería Ciudadanos que sólo lograría un 10’9 % de los sufragios, tres puntos menos que el 20 de diciembre. La formación liderada por Albert Rivera sufriría el desgaste del voto útil, que habría vuelto a las filas de los populares.
En Cataluña, se profundiza la desconexión de Convergencia que pasaría en un mes del 2’25 % de los votos al 2 % con un trasvase de parte de esos votos hacia Esquerra Republicana que mejoraría una décima desde las generales obteniendo el 2’5 % de los votos.
Unidad Popular también sufre bajando hasta el 2’9 % de los sufragios con muchos votos perdidos en favor de Podemos a la que se percibe como la auténtica alternativa de izquierdas.